TikTok, una plataforma de redes sociales ampliamente popular entre los jóvenes conocida por su formato de video corto, ha estado bajo escrutinio debido a su influencia significativa en el comportamiento de adolescentes.
El 19 de abril, durante el Mes Nacional de Prevención del Abuso Infantil en los Estados Unidos, se dio a conocer la trágica muerte de Jacob Stevens, un joven de 13 años de Ohio. Este incidente ocurrió en 2023, arrojando luz sobre una tendencia perturbadora que afecta a los usuarios jóvenes de TikTok.
Jacob falleció después de participar en un desafío viral de TikTok llamado el "Benadryl Challenge", que implica ingerir una gran cantidad del medicamento para alergias Benadryl para inducir alucinaciones. El desafío se ha vuelto famoso por su naturaleza peligrosa y su posible atracción para audiencias jóvenes e impresionables. Jacob consumió alrededor de 14 tabletas mientras se filmaba realizando una acrobacia y comenzó a convulsionar poco después. Estuvo hospitalizado durante una semana antes de ser declarado con muerte cerebral, y su familia tomó la decisión de retirar el soporte vital.
Los menores son a menudo blanco de ataques o manipulación debido a su incapacidad para medir riesgos y su disposición a aceptar cosas como diversión o juego. Esta vulnerabilidad proviene de su etapa de desarrollo, donde pueden ser más impulsivos y menos capaces de comprender completamente las posibles consecuencias de sus acciones.
La existencia de desafíos virales que involucran el consumo de sustancias es profundamente preocupante e inaceptable. Estos desafíos conducen a autolesiones, envenenamientos y problemas de salud mental graves, incluidos el suicidio, la ansiedad y la depresión.
TikTok expresó pesar por el incidente, pero la pérdida de vidas humanas no debe ser en vano. Esta tragedia debe ser una llamada de atención, instando a la sociedad a tomar medidas significativas y generar conciencia. No podemos seguir tolerando este comportamiento en busca de "likes" o aceptación social.
Jacob no es la primera víctima del "Benadryl Challenge". En 2020, Cloe Phillips, de 15 años, de Oklahoma, perdió la vida, y en 2021, Joshua Haileyesus, de 12 años, falleció después de intentar el "Blackout Challenge,", que implica la auto-asfixia. En 2022, dos niñas, Lalani Walton de 8 años y Arriani Arroyo de 9 años, de Los Ángeles, también murieron por el mismo desafío viral.
¿Cuántos niños más debemos perder antes de que alguien tome medidas y aborde este problema? Los padres deben asumir la responsabilidad y evitar que sus hijos participen en tales desafíos. El dolor que experimenta una familia después de perder a un hijo es inimaginable. Es hora de que la sociedad se una y proteja a nuestra joven generación de estos desafíos peligrosos. Nos solidarizamos con la familia Stevens en este momento difícil e instamos a todos los padres a permanecer vigilantes y educar a sus hijos sobre los peligros que pueden encontrar en línea.