El grooming es un proceso manipulador donde un abusador gradualmente gana la confianza y el afecto de una persona vulnerable para luego explotarla. Esto generalmente implica construir una conexión emocional y crear una sensación de dependencia antes de probar y cruzar los límites de la víctima. Los agresores invierten tiempo significativo en desarrollar relaciones, aprendiendo sobre las vulnerabilidades, gustos e intereses de su víctima. Usan este conocimiento para ganar y mantener control, eventualmente introduciendo contenido sexual y contacto físico.
Las víctimas de grooming suelen ser niños o adolescentes, pero también pueden incluir adultos jóvenes o adultos. Los abusadores frecuentemente se colocan en roles que les otorgan acceso a niños, como líderes de clubes, cuidadores o maestros.
La Realidad del Grooming en Delitos Sexuales
Muchos agresores sexuales usan técnicas de grooming para facilitar sus crímenes. Estas técnicas pueden variar desde manipular conversaciones en línea para convertirlas en encuentros cara a cara, hasta llevar a las víctimas de espacios públicos a áreas más aisladas. Temas comunes incluyen la coerción, el control y la confianza.
El grooming puede servir para varios propósitos, incluyendo objetivos sexuales, románticos, financieros, criminales o incluso relacionados con el terrorismo. Implica la manipulación de una víctima mediante la construcción de confianza y empatía, a menudo creando una relación aparentemente cercana que enmascara el abuso. Este engaño es particularmente efectivo cuando el abusador es una figura conocida o altamente valorada.
Grooming en la Era Digital
Con el auge de la tecnología, el grooming se ha adaptado para incluir entornos en línea. Los depredadores explotan plataformas digitales para dirigirse a jóvenes aislados o aquellos que buscan atención. El grooming en línea a menudo implica a adultos creando perfiles falsos y haciéndose pasar por niños o adolescentes para ganar confianza.
La tecnología permite a los depredadores identificar y apuntar a las víctimas de nuevas maneras. Pueden coaccionar a las víctimas para que envíen imágenes explícitas o participen en conversaciones sexualizadas.
Los agresores a menudo contactan a niños en redes sociales y sitios de juegos, coaccionándolos para que produzcan imágenes de abuso infantil autogeneradas. Las plataformas propiedad de Meta se usaron en el 38% de los delitos donde se conocían los medios de comunicación, siendo Snapchat la más utilizada, representando el 33% de los delitos registrados. Facebook, Instagram y Snapchat representaron el 63% de todos los incidentes.
Los depredadores sexuales también usan aplicaciones de citas y redes sociales para iniciar conversaciones con las víctimas, lo que lleva a revelaciones personales, conversaciones sexualizadas e intercambios de imágenes. Este proceso refleja las primeras investigaciones donde las interacciones normales fueron manipuladas por los groomers.
Tipos de Grooming
- Grooming Físico: Esto implica desensibilizar gradualmente a un niño al contacto físico. Comienza con gestos inocentes como palmadas en la espalda o en el brazo, progresando a formas más íntimas como abrazos, cosquillas y luchas. Esta escalada gradual condiciona al niño para aceptar niveles crecientes de contacto físico, a menudo interpretándolo como afecto similar al de un padre amoroso. Si el niño muestra incomodidad, el agresor puede retroceder temporalmente antes de intentarlo de nuevo más tarde, con el objetivo final de llegar al contacto sexual.
- Grooming Psicológico: Este tipo de grooming está dirigido tanto al niño como a su familia. Los agresores pasan tiempo con el niño, ofreciéndole atención y creando una sensación de trato especial. Pueden usar regalos, golosinas y privilegios especiales para profundizar el vínculo emocional y manipular a los padres o cuidadores para obtener acceso no supervisado al niño.
- Estafa Romántica ("Catfishing"): Implica formar relaciones románticas falsas para explotar financieramente a las víctimas. Los depredadores usan las redes sociales para evaluar si las víctimas tienen redes de apoyo que puedan desafiar su comportamiento engañoso.
- Grooming Comunitario: Los agresores proyectan una imagen de confianza para acceder a niños a través de roles comunitarios, como en escuelas u organizaciones juveniles. Cultivan relaciones con adultos en la comunidad, lo que les facilita el acceso no supervisado a los niños.
Etapas del Grooming
Etapa 1: Selección de la Víctima
Los perpetradores apuntan a individuos con vulnerabilidades específicas, como aquellos con supervisión inadecuada o necesidades emocionales.
Etapa 2: Acceso y Aislamiento de la Víctima
Los abusadores buscan separar física o emocionalmente a las víctimas de aquellos que las protegen y a menudo persiguen posiciones que involucren contacto con menores. Pueden decirle inicialmente al niño que nadie se preocupa por ellos como lo hacen ellos, incluyendo a sus padres, usando frases como "Puedes confiar en mí porque te entiendo mejor que nadie". Los perpetradores trabajan en ganar la confianza de los padres o cuidadores para disipar sospechas y obtener acceso al niño mediante atención y apoyo aparentemente cálidos pero calculados.
Etapa 3: Desarrollo de Confianza y Mantenimiento de Secretos
Los abusadores construyen confianza a través de regalos y atención, alentando al niño a mantener la relación en secreto y adoptar una identidad falsa si es necesario. Los abusadores a menudo se presentan como individuos encantadores, amigables y agradables. Pueden ocupar posiciones de confianza dentro de la comunidad o tener una buena reputación, lo que les ayuda a acceder a posibles víctimas.
Etapa 4: Desensibilización al Contacto Físico y a la Discusión de Temas Sexuales
Los abusadores a menudo comienzan a tocar a la víctima de maneras que parecen inofensivas, como abrazos, luchas y cosquillas, y luego escalan a un contacto cada vez más sexual, como masajes o ducharse juntos. Probarán los límites comenzando a introducir el contacto físico en la relación. Pueden hacerlo frente a otros adultos. Los abusadores también pueden mostrarle a la víctima pornografía o discutir temas sexuales con ellos para introducir la idea del contacto sexual.
Etapa 5: Normalización del Comportamiento y Mantenimiento del Control
Para los adolescentes, que pueden estar más cerca en edad del abusador, puede ser particularmente difícil reconocer las tácticas utilizadas en el grooming. Una vez que el abuso ha comenzado, el perpetrador trabajará para mantener el control sobre la víctima y asegurarse de que el abuso no sea revelado. Emplean comportamientos seductores para ganar la confianza de los niños y sus comunidades, a menudo presentándose como encantadores y serviciales.
Signos de Advertencia y Prevención
Signos de Grooming:
- Interés inusual en un niño.
- Buscar tiempo a solas con el niño.
- Mostrar más interés en el niño que en los adultos de la familia.
- Dar regalos o dinero sin razón.
- Mostrar contenido inapropiado o discutir temas sexuales.
- Invadir la privacidad del niño.
- Hacer comentarios inapropiados sobre el cuerpo del niño.
- Participar en juegos de contacto físico.
- Tomar fotos inapropiadas del niño.
Signos en un Niño que está siendo Groomed:
- Cambios de comportamiento, como evitar a ciertas personas.
- Alteraciones en el rendimiento escolar.
- Intentos de autolesión o suicidio.
- Cambios en los patrones de alimentación o sueño.
- Quejas frecuentes de enfermedades.
- Retraimiento del contacto físico.
- Vigilancia aumentada.
- Mayor curiosidad sobre temas sexuales.
- Secretismo o comportamiento inusualmente callado.
- Deseo de pasar más tiempo a solas.
- Resistencia a cambiarse de ropa o bañarse.
- Comportamientos regresivos como chuparse el dedo o mojar la cama.
- Comportamiento sexual inapropiado.
El Impacto en las Víctimas
El abuso sexual infantil puede tener profundos y duraderos impactos psicológicos en las víctimas y sobrevivientes, llevando a condiciones como ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático (TEPT), abuso de sustancias, trastornos alimenticios y conductas sexuales de riesgo. Los sobrevivientes también pueden luchar con relaciones inestables, problemas de confianza, miedo a la intimidad y disfunción sexual. El trauma de las amenazas o actos de violencia durante el proceso de grooming exacerba estos síntomas. Los estudios indican que alrededor del 50% de las víctimas de abuso sexual infantil tienen un mayor riesgo de revictimización, lo que significa que son más propensas a ser abusadas nuevamente en el futuro. Muchas víctimas de grooming reportan sentimientos de vergüenza o culpa por haber cedido, lo que les impide revelar el abuso.