Hace más de tres años que un niño de 21 meses murió por fractura de cráneo mientras estaba al cuidado del entonces novio de su madre. Las autoridades creían que algo se estaba tramando, y el miércoles el novio fue esposado por el asesinato del niño.
El 2 de diciembre, un gran jurado del condado de Broward acusó a Ricardo Morales de asesinato en primer grado y maltrato infantil con agravantes tras conocer la investigación sobre la muerte del niño. Fue arrestado por detectives de la Policía de Hollywood y U.S. Marshals cinco días después.
En abril de 2019, la Policía de Hollywood fue llamada a una casa en el área de 59 Pierce Street, según una declaración jurada escrita en ese momento. Morales, un hombre de 38 años de Pembroke Pines, estaba realizando RCP al niño cuando llegaron los oficiales, haciéndose cargo hasta que llegaron los Bomberos de Hollywood.
El niño estaba conectado a un respirador artificial -con fractura de cráneo, fractura de costilla y hemorragia cerebral- antes de que se declarara su muerte cerebral y su madre decidiera desconectarle de los respiradores porque "no quería torturar al niño manteniéndolo conectado a una máquina", según el informe.
Morales dijo inicialmente a los agentes que el niño se había caído dos veces en la casa antes de vomitar y dejar de responder. Sin embargo, el Dr. Jason Shulman, director médico de los Servicios de Protección Infantil, dijo a los detectives que la historia de Morales y las lesiones del niño no coincidían.
"Shulman afirma específicamente que las caídas desde una distancia tan corta no producirían las múltiples hemorragias cerebrales observadas en el cerebro del niño", rezaba el informe.
El doctor Shulman añadió que la fractura costal es un indicador de maltrato, que cree que el niño sufrió al menos dos veces.
La madre del niño dijo a los agentes que Morales estaba borracho la mañana del incidente, pero que aun así lo necesitaba para vigilarlo mientras se dirigía al trabajo. Cuando se fue, dijo a los detectives que su hijo no tenía moratones ni heridas.
